Las conexiones entre el crimen organizado y la tala ilegal se refuerzan exponencialmente cuando las organizaciones criminales se dan cuenta del potencial de ganancias, muchas veces en combinación con otras economías ilícitas.
Por KAI BERNIER-CHEN
Ciudad de México, 12 de noviembre (Insight Crime).- Grupos criminales en el oeste de México han redoblado el control de la tala ilegal mediante amenazas a dueños de tierras, funcionarios públicos e incluso comunidades enteras para asegurarse impunidad casi total.
Según un nuevo estudio de la Universidad de Guadalajara (UDG), la tala ilegal es una de las economías criminales de más rápido crecimiento en México, con el 70 por ciento de la madera talada entre 2017 y 2019 carente de las licencias de rigor. En 2019, el volumen de bosques destruidos fue equivalente a dos veces el área de Ciudad de México. En 2020, el país perdió 127 mil 770 hectáreas de bosques, 12 por ciento más que el año anterior.
El estudio reveló cómo operan las organizaciones delictivas en los estados de Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán, oeste de México. Todo comienza cuando los delincuentes eligen una zona de interés. Entonces, hacen una oferta por un precio muy bajo al propietario de la tierra. Si la oferta es rechazada, toman la tierra por la fuerza, mientras los propietarios recurren a su principal recurso: una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).
Pero por lo regular, esas denuncias no prosperan. Cuando los funcionarios federales visitan la zona para hacer seguimiento a la deforestación o a las denuncias de despojo de tierras, son amenazados o incluso secuestrados, como lo describe el estudio de la UDG.
Los investigadores hablaron con residentes y autoridades locales, y estos les relataron que cada día se ven camiones cargados de troncos de caoba, nogal, pino y roble talados ilegalmente transitando en dirección a los puertos de Colima y Michoacán.
Aunque los agentes aduaneros han decomisado grandes cantidades de madera ilegal, eso no evita su exportación, con frecuencia a China, donde hay una demanda de madera en constante crecimiento.
El aumento de la tala ilegal, sumada a la violencia y la extorsión, amenaza la subsistencia de 1.300 comunidades en México que han creado empresas forestales para producir madera sostenible.
ANÁLISIS
Las conexiones entre el crimen organizado y la tala ilegal se refuerzan exponencialmente cuando las organizaciones criminales se dan cuenta del potencial de ganancias, muchas veces en combinación con otras economías ilícitas.
En los últimos años, InSight Crime ha informado cómo los carteles de Juárez y Sinaloa se han dedicado al control de la tala ilegal en el norte de México, especialmente después del agotamiento de las ganancias que dejaba la marihuana.
En el oeste de México, las autoridades federales señalaron al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y a los Carteles Unidos, al igual que a La Familia Michoacana, como principales actores violentos por cuenta de la tala ilegal. También se menciona otro grupo de menor envergadura, los Correa, como participante activo en la tala ilegal en el este de Michoacán, donde se ha enfrentado con el CJNG.
Así mismo, gran parte de esta deforestación está ligada a la industria aguacatera. Conocido como “oro verde”, el aguacate goza de demanda mundial, y los grupos criminales extorsionan a los productores y roban cargamentos.
Una táctica común es talar el bosque, vender la madera y sembrar árboles de aguacate en su lugar. En julio pasado, El Financiero informó que 20.000 hectáreas de bosque taladas en el sur de Jalisco habían sido reemplazadas con cultivos de aguacate. Las organizaciones criminales presuntamente obligaron a los dueños de las tierras a hacer el cambio.
Esto no es nuevo. “Desde 2000, Michoacán ha padecido la deforestación de casi 100.000 hectáreas, principalmente… para siembra de aguacate y cría de ganado”, señaló, en entrevista con Proceso, Juan Manuel Barrera Terán, director ejecutivo de Resiliencia y Desarrollo Comunitario, un grupo que se opone a la deforestación en México.
Frustradas por la inacción federal, algunas comunidades están tomando medidas. El 9 de noviembre, el alcalde del municipio de Zitácuaro en Michoacán declaró que creará una «Guardia Ambiental» para intentar detener la tala ilegal.
Zitácuaro es famoso por concentrar la mariposa monarca en México, cuya población ha menguado de manera importante por la pérdida de su hábitat, ligado este también a las plantaciones de aguacate.